Celaya, Gto., a 27 de noviembre de 2025.- La planta de Honda en Celaya reanudó ayer por la mañana sus operaciones después a poco menos de un mes de suspensión en la línea de producción de los modelos Fit y HR-V, afectada por la falta de componentes electrónicos importados de Asia y Estados Unidos. El paro, confirmado por trabajadores sindicalizados y fuentes internas, había encendido alertas en uno de los complejos automotrices más importantes del Bajío, responsable de miles de empleos directos y de una cadena de suministro que se extiende a casi 80 proveedores de la región.
De acuerdo con personal técnico consultado, el desabasto se originó por el retraso en la llegada de módulos electrónicos de control, sensores de seguridad y componentes de ensamble final, afectados por disrupciones logísticas y ajustes de inventarios globales. Aunque la industria ha mostrado una recuperación significativa frente a la crisis de semiconductores de 2021-2022, la volatilidad en rutas marítimas y la presión sobre fabricantes asiáticos continúa impactando a plantas de Norteamérica.

La reapertura se dio tras el arribo de los embarques pendientes durante el fin de semana. A primera hora del lunes, las líneas volvieron a operar bajo un esquema normal, aunque con monitoreo reforzado de inventarios. Fuentes cercanas a la administración explicaron que la prioridad inmediata es cumplir los compromisos de exportación hacia Estados Unidos y Canadá, mercados que absorben más del 70% de la producción local.
El breve paro generó inquietud entre proveedores del corredor industrial de Guanajuato, particularmente en Celaya, Apaseo el Grande y Querétaro, donde varias plantas ajustaron turnos y ritmos de entrega. Sin embargo, empresarios del sector señalaron que la afectación no llegó a representar un riesgo mayor, y que la rápida reanudación evitó impactos en cascada como los registrados en años anteriores.

En términos laborales, la suspensión no derivó en despidos ni recortes, pero sí en esquemas temporales de ajuste de jornada. Representantes de trabajadores informaron que se mantuvo comunicación con la gerencia para garantizar estabilidad en las plantillas y claridad en los tiempos de reactivación.
La planta Honda Celaya, inaugurada en 2014, ha sido un pilar del crecimiento industrial del Bajío y un referente de producción eficiente en Norteamérica. Aunque la reanudación ofrece un respiro, especialistas advierten que los paros relacionados con componentes seguirán siendo un riesgo para el sector automotor mexicano mientras persista la presión sobre las cadenas globales de suministro.
Con la operación nuevamente en marcha, la expectativa del complejo es cerrar el año sin nuevos ajustes y mantener sus metas de producción en los niveles previstos para el último trimestre.





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