Celaya, Gto., a 26 de noviembre de 2025.– Tras más de una década de gestiones y exigencias ciudadanas, la posibilidad de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) construya un nuevo Hospital General de Zona en Celaya para atender a la región Laja-Bajío dejó de ser sólo una aspiración y comenzó a tomar forma concreta: el Consejo Técnico del Instituto aprobó la donación de un terreno de 5.39 hectáreas por parte del municipio, paso clave para desarrollar un hospital de 260 camas que despresurice la saturada infraestructura actual.

De acuerdo con la información difundida por el gobierno municipal y medios regionales, el nuevo hospital de zona se proyecta con 260 camas censables, quirófanos, servicios de alta especialidad y áreas de diagnóstico que permitirían ampliar de manera significativa la capacidad de atención del IMSS en el corredor Celaya–Laja–Bajío. El alcalde Juan Miguel Ramírez Sánchez calificó la aceptación del terreno como “un paso histórico” y subrayó que la unidad no solo atendería a los derechohabientes de Celaya, sino a miles de familias de los municipios vecinos, reduciendo tiempos de espera y traslados.

La necesidad de un nuevo hospital está ampliamente documentada. El actual Hospital Regional No. 4 del IMSS, inaugurado en la década de los sesenta, fue diseñado para atender entre 30 y 50 mil derechohabientes; hoy, atiende a más de 500 mil personas de al menos nueve municipios del entorno metropolitano, lo que, en palabras de organismos empresariales, lo mantiene “absolutamente rebasado”. A ello se suma el crecimiento demográfico y económico de la Zona Metropolitana de Celaya–Laja–Bajío, integrada por nueve municipios y con una población superior a 760 mil habitantes, con Celaya como eje industrial y de servicios.

En los últimos meses, cámaras empresariales y organizaciones sociales intensificaron su llamado para que el proyecto no quedara nuevamente en el papel. Desde 2012, la iniciativa privada ha puesto sobre la mesa la urgencia de un hospital moderno que acompañe el desarrollo industrial del corredor y garantice atención digna a los trabajadores formales que aportan cuotas al Seguro Social. “Es un proyecto que se ha pedido por más de una década; no se trata de un capricho, sino de una necesidad estructural de la región”, han reiterado dirigentes del sector.

En julio de este año, autoridades municipales y representantes del IMSS sostuvieron una reunión con el delegado estatal para revisar el avance del proyecto hospitalario. En ese encuentro se reconoció formalmente la viabilidad de un hospital de 260 camas en Celaya y se identificó el predio que ahora ha sido aprobado por el Consejo Técnico, aunque también se expresaron preocupaciones por la lentitud de los procesos y por los efectos de la incorporación del programa IMSS-Bienestar al régimen ordinario, particularmente en la calidad de los servicios a los trabajadores asegurados.

La decisión del órgano de gobierno del IMSS de aceptar el terreno, difundida esta semana por el propio alcalde y por medios regionales, representa un parteaguas en esa larga ruta. Sin embargo, especialistas consultados advierten que aún faltan etapas críticas: la inclusión definitiva del proyecto en el programa de inversión federal, la elaboración del proyecto ejecutivo, la asignación de recursos y, finalmente, el proceso de licitación y construcción, que podría tomar varios años. En ese lapso, insisten, será determinante el seguimiento de autoridades locales, empresarios y derechohabientes para evitar que el expediente vuelva a quedar archivado.

Más allá de las cifras, la apuesta por un nuevo Hospital General de Zona en Celaya tiene un componente estratégico para la región Laja-Bajío. La concentración de industria automotriz, logística, servicios y agricultura tecnificada en los municipios del corredor ha incrementado la demanda de atención médica de alta complejidad, mientras que muchas familias aún deben desplazarse a León, al Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, para recibir servicios que podrían resolverse más cerca de casa. Un hospital moderno en Celaya permitiría equilibrar la red regional, fortalecer la prevención y la atención oportuna y, al mismo tiempo, reducir costos sociales y económicos derivados de traslados y ausencias laborales prolongadas.

Por ahora, la construcción del nuevo hospital sigue siendo una posibilidad avanzada, no una obra en marcha. Pero el hecho de que el IMSS haya dado el primer visto bueno formal al terreno coloca al proyecto más cerca de convertirse en realidad que en cualquier otro momento de los últimos años. El reto para Celaya y la región Laja-Bajío será transformar ese avance administrativo en ladrillos, quirófanos y camas disponibles, en un contexto donde la demanda de servicios de salud crece más rápido que la infraestructura disponible. Mientras tanto, en las salas de espera del viejo hospital regional, la esperanza de pacientes y familias se alimenta precisamente de esa palabra que por fin parece tener fecha y lugar: un nuevo Hospital General de Zona del IMSS, pensado para la región y no sólo para la ciudad.

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