Celaya, Gto., 21 de noviembre de 2025 — En su visita a Celaya el pasado miércoles, marcada por expectativas y el tono firme de una mandataria que busca enviar señales de rumbo, la gobernadora de Guanajuato, Libia Denisse García Muñoz Ledo, afirmó ante productores, empresarios y autoridades locales que Celaya tendrá asegurado su abasto de agua gracias al avance del Acueducto Presa Solís–León, proyecto que incluirá un ramal estratégico para el municipio.

La gobernadora habló en Celaya durante un encuentro con organizaciones y cámaras empresariales, donde enfatizó que el reto hídrico del Bajío no puede esperar más y que su gobierno está obligado a dar respuestas claras: “Habrá agua para Celaya. Lo digo con responsabilidad: el acueducto traerá el caudal suficiente y estableceremos un ramal exclusivo para garantizar el suministro que la ciudad necesita para crecer”, afirmó.

Ante representantes de la AEC, García Muñoz Ledo aseguró que la coyuntura del nuevo sistema hídrico debe aprovecharse para impulsar al sector agrícola, uno de los más afectados por la sequía, la sobreexplotación de acuíferos y la falta de tecnificación.“Es momento de que el campo de Guanajuato dé un brinco histórico. Vamos a tecnificar, a modernizar y a fortalecer la producción con apoyos reales, con financiamiento y con programas que lleguen al productor, no a los intermediarios”, expresó.

La gobernadora detalló que su administración trabaja en esquemas de apoyo para sistemas de riego presurizado, reconversión de cultivos, eficiencia energética y créditos blandos para pequeños y medianos productores. “No podemos seguir dependiendo del temporal ni condenar a los agricultores a tecnologías de hace décadas”, añadió.

García Muñoz Ledo contextualizó su anuncio señalando que el acueducto —que conducirá agua desde la Presa Solís hacia el corredor Silao–León— será también una garantía para la industria de Celaya, cuya demanda hídrica crecerá con las expansiones automotrices, logísticas y alimentarias previstas para 2026.

El ramal para Celaya, detalló, permitirá disminuir la presión sobre el acuífero del Valle y ofrecer un horizonte de estabilidad hídrica a largo plazo. “Tener agua es tener empleo, industria, vivienda y futuro”, enfatizó.

La gobernadora exhortó a las autoridades municipales —encabezadas en el evento por el presidente Juan Miguel Ramírez Sánchez— a sumarse a la modernización del campo y a impulsar políticas locales de control de fugas, reúso de aguas tratadas y ordenamiento territorial.“No podemos seguir creciendo sin planear. El agua obliga a tomar decisiones valientes y coordinadas”, señaló.

El discurso dejó ver la intención del gobierno estatal de posicionar a Celaya como un nodo estratégico en la reconfiguración hídrica y agrícola del estado. Con el acueducto avanzando, la mandataria busca enviar una señal de certidumbre en medio de las tensiones por el suministro de agua y las presiones del sector agrícola que exige soluciones de largo plazo.

La jornada cerró con una reunión privada con líderes del campo, quienes plantearon dudas sobre tarifas, tiempos de conexión y la transición hacia sistemas de riego tecnificados. La gobernadora aseguró que habrá mesas permanentes: Este proyecto no se construye desde el escritorio. Se construye con ustedes, con la gente del campo y con quienes hacen producir a Guanajuato”.

Con el anuncio, Celaya se coloca en el mapa de prioridades del nuevo esquema hídrico estatal, y el sector agrícola recibe la promesa de un impulso que buscará frenar años de rezago, incertidumbre y sobreexplotación de recursos.

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