Celaya, Gto., 19 de noviembre de 2025.—La confirmación preliminar de la ruta que seguirá el tren de pasajeros Querétaro–Irapuato a su paso por Celaya ha encendido una discusión pública entre grupos empresariales, colegios de ingenieros y ciudadanos organizados, quienes advierten que el proyecto podría contradecir el objetivo histórico del libramiento ferroviario: sacar las vías del corazón de la ciudad para liberar la movilidad, disminuir riesgos y permitir la creación de un gran corredor urbano.
De acuerdo con las agrupaciones consultadas, la definición técnica que estudia el Gobierno federal —que prevé mantener parte del trazo ferroviario dentro del polígono urbano o desarrollar un “falso túnel” sin reubicar completamente las vías— amenaza con cancelar la oportunidad de transformar los 13 kilómetros de derechos de vía que atraviesan Celaya desde hace más de un siglo.
Los voceros de cámaras empresariales locales, como la AECI y la CMIC,el CCE y la AEC señalaron que mantener el ferrocarril de carga o parte de su operación en la mancha urbana anularía el sentido original del Libramiento Ferroviario, proyecto impulsado desde hace más de 20 años para eliminar el paso constante de trenes por avenidas como Francisco Juárez, Constituyentes y 2 de Abril.

“Si el tren de pasajeros entra por la misma ruta urbana o si se construye un falso túnel sin retirar las vías, Celaya seguirá dividida y congestionada; lo que se prometió era una ciudad sin barreras ferroviarias”, señaló uno de los representantes empresariales.
Las organizaciones ciudadanas, por su parte, han iniciado una recolección de firmas exhortando a las autoridades federales a respetar el eje rector del libramiento, que implica liberar totalmente el trazo antiguo y destinarlo a infraestructura urbana.

El gran proyecto perdido: tren intraurbano y parque lineal
Detrás de los señalamientos existe también una preocupación de carácter urbano y social. Diversos colectivos que han trabajado propuestas de regeneración, movilidad sostenible y diseño urbano señalan que, si las vías no se retiran en su totalidad, Celaya perderá la posibilidad de transformar el corredor ferroviario en un proyecto intraurbano clave.
En años recientes, colegios de arquitectos y urbanistas plantearon la creación de un tren ligero interno, que aprovechara el derecho de vía liberado para conectar colonias populosas con el centro, las zonas industriales y los campus educativos. A ello se sumaba la propuesta de un parque lineal de gran escala, con ciclovías, andadores, arbolado, áreas culturales y deportivas.
“Era una oportunidad histórica para crear un corredor verde y un sistema de movilidad inteligente dentro de Celaya. Si las vías permanecen o se construye una solución parcial, el sueño se esfuma”, expresaron integrantes de colectivos de movilidad.
Los grupos que han fijado postura demandan que las autoridades involucradas —Secretaría de Infraestructura, Ferrocarriles del Gobierno, Fonatur y Gobierno del Estado— transparenten la evaluación de las alternativas y presenten estudios actualizados de impacto urbano, ambiental, económico y social.

Asimismo, pidieron que la decisión de ruta final se tome con base en criterios técnicos, de seguridad y de movilidad a largo plazo, evitando soluciones “rápidas” que puedan encarecer o comprometer la operación futura del tren de pasajeros y la convivencia con el tren de carga.
Mientras el proyecto avanza en sus fases de definición, en Celaya crece la preocupación de que el trazo que se elija “por razones de costo” termine afectando la visión de ciudad que durante décadas se ha buscado construir: una sin barreras ferroviarias, con sistemas de transporte moderno y un corredor urbano que funcione como eje de integración social y económica.
Los colectivos empresariales y ciudadanos anunciaron que solicitarán una mesa de diálogo formal con el Gobierno federal, a fin de exponer las implicaciones urbanas y económicas de mantener las vías dentro de la ciudad.
El debate está abierto. Y Celaya, una ciudad marcada por el paso del tren desde el siglo XIX, se encuentra nuevamente ante una decisión que definirá su futuro urbano por las próximas generaciones.





Deja un comentario