Celaya, Gto. 29 de octubre de 2025.- La planta de Honda ubicada en Celaya, Guanajuato, anunció este miércoles la suspensión de sus actividades fabriles de automóviles debido a una interrupción en el suministro de semiconductores clave.
Según el comunicado de la empresa y los informes de prensa: Honda señaló que la causa de la paralización es la falta de entrega de chips por parte de Nexperia, un fabricante de semiconductores, dicha empresa, con sede en los Países Bajos, se encuentra envuelta en tensiones regulatorias y de comercio internacional con China, lo que derivó en que ese país suspendiera exportaciones hacia Nexperia. La fábrica de Celaya, que produce para mercados en México, Estados Unidos y Canadá, forma parte de la estrategia automotriz de Honda en Norteamérica y ahora está entre las afectadas por la crisis de suministro.

Para el estado de Guanajuato y el corredor automotriz del Bajío esta suspensión tiene implicaciones relevantes:
La planta de Celaya es un actor importante en el clúster automotriz del Bajío, vinculado a cadenas de proveeduría locales de autopartes, logística y servicios industriales. Cuando una fábrica de este calibre detiene operaciones, los efectos se extienden hacia los proveedores Tier 1 y Tier 2, transporte, almacenamiento y empleo temporal. Aunque Honda aún no ha dado a conocer la duración de la suspensión ni los volúmenes exactos afectados, la incertidumbre genera riesgos de cadenas de suministro más amplias y retrasos en exportación.
Esta no es la primera vez que Honda en México recurre a paros productivos por problemas de suministro. En marzo de 2021, la misma planta de Celaya suspendió actividades temporalmente debido a la escasez global de chips provocada por la pandemia de Covid-19. Sin embargo, el actual episodio tiene un matiz geopolítico: la interrupción del flujo de semiconductores de Nexperia se inscribe en una espiral de controles tecnológicos, exportaciones restrictivas y tensiones entre Occidente y China. Esto deja al sector automotriz mexicano en una posición de vulnerabilidad ante dependencias externas.

En su comunicación, Honda expresó: “Estamos haciendo todo lo posible para minimizar los efectos de esta interrupción de suministro.”
No obstante, la firma no detalló plazos de reapertura, ni cuántos días o semanas podría durar el paro, ni la magnitud exacta del recorte productivo.
Esta suspensión plantea varios retos y líneas de seguimiento para Guanajuato: Evaluar cuántos proveedores locales están vinculados directamente con la planta de Celaya y qué impacto tendrán en su flujo de trabajo; Monitorear si Honda decide redistribuir producción a otras plantas fuera de México o ajustar modelos para enfrentar la falta de chips; Analizar el impacto en exportaciones automotrices de Guanajuato si la planta reduce su ritmo durante semanas o meses; Verificar las respuestas de las autoridades estatales y federales para apoyar a las cadenas de suministro ante choques externos como este.

La detención de operaciones en la planta de Honda en Celaya es un nuevo recordatorio de lo interconectada que está la manufactura automotriz de Guanajuato con cadenas globales de suministro tecnológico. Más allá del sector automotriz, la situación evidencia la importancia de la diversificación de proveedores, la resiliencia industrial local y la capacidad de reacción ante choques externos. En un momento en que el Bajío busca consolidarse como hub de electromovilidad, este tipo de interrupciones tecnológicas subrayan riesgos estructurales que conviene atender.





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