Celaya, Gto., a 26 de octubre de 2025.- El abastecimiento de agua para el bajío es un problema creciente que requiere de soluciones técnicamente viables, sustentables, respetuosas y cuidadosas del entorno ecológico, científicamente responsables. Expertos, autoridades y universidades coinciden en que no existe una sola solución, sino un modelo integral que combine diversas estrategias sustentables. Te presentamos algunas alternativas, considerando la realidad hidrológica de Guanajuato, y las estrategias más sostenibles a mediano y largo plazo:

Aprovechamiento de aguas superficiales
El aprovechamiento de aguas superficiales implica el uso de agua de ríos, lagos y presas para diversos fines como consumo humano, riego agrícola, industria y generación de energía hidroeléctrica. Este uso generalmente requiere una concesión de la autoridad nacional, aunque los usos domésticos básicos en cauces públicos pueden ser libres bajo ciertas condiciones. Los sistemas de captación pueden ser por gravedad o bombeo, y es fundamental garantizar la calidad del agua a través del tratamiento, ya que las aguas superficiales son susceptibles a la contaminación. En Guanajuato como las presas Solís, Allende, Yuriria, Tepuxtepec, La Esperanza, La Purísima, y otras.
Ventajas:
- Alta disponibilidad durante temporadas de lluvia.
- Posibilidad de conducción y almacenamiento masivo mediante acueductos o presas reguladoras.
- Costos de bombeo menores si hay desniveles naturales favorables.
Y Desventajas: - Alta evaporación en temporada cálida.
- Vulnerabilidad ante sequías prolongadas.
- Requiere control de contaminación agrícola y urbana.
Ejemlo Regional: Proyecto Acueducto Presa Solís–León, actualmente en evaluación ambiental, diseñado para transferir caudales excedentes del Lerma hacia la zona metropolitana de León.

Inyección de agua al subsuelo (recarga artificial)
La inyección de agua al subsuelo es una técnica que introduce agua en formaciones geológicas subterráneas para diversos fines, como la recarga de acuíferos (para combatir la sobreexplotación o prevenir hundimientos), la infiltración de aguas pluviales (para evitar inundaciones y erosión). Se realiza a través de pozos de inyección, también denominados pozos de absorción, que varían en complejidad según el tipo de fluido y la profundidad de la inyección.
Ventajas:
- Reduce la sobreexplotación de mantos freáticos.
- Permite almacenar agua sin pérdidas por evaporación.
- Puede emplear agua tratada o pluvial.
Desventajas: - Riesgo de contaminación del acuífero si no hay control de calidad.
- Requiere estudios hidrogeológicos detallados.
Ejemplo Regional: Ensayos en la zona de Valle de Santiago y Silao, impulsados por la Universidad de Guanajuato e IMTA, para recarga controlada del acuífero del Alto Río Lerma.

Manejo sustentable de mantos freáticos
El manejo sustentable de los mantos freáticos implica reducir la contaminación, optimizar el uso del agua y recargar artificialmente los acuíferos. Se logran estos objetivos mediante prácticas como la captación de agua de lluvia, el tratamiento y reúso de aguas grises, la reforestación, el control de la expansión urbana y la implementación de sistemas de saneamiento eficientes, como los biodigestores, además de la regulación de extracciones mediante control de pozos, medición volumétrica y recarga controlada.
Ventajas:
- Permite conservar reservas estratégicas de agua subterránea.
- Reduce la subsidencia del suelo (hundimientos).
Desventajas: - Requiere una gobernanza hídrica sólida y participación de usuarios agrícolas.
- Implementación lenta en regiones con alta dependencia del bombeo.
Ejemplo Regional: Programas del CONAGUA y CEAG para limitar nuevas concesiones en el acuífero de Valle de Celaya–Salvatierra, actualmente declarado en déficit crítico.

Tratamiento avanzado de aguas residuales
El tratamiento avanzado de aguas residuales es un proceso que va más allá de los métodos convencionales, diseñado para eliminar contaminantes difíciles como productos farmacéuticos, químicos y nutrientes, con el fin de permitir la reutilización del agua o un vertido más seguro al medio ambiente. Utiliza tecnologías como los procesos de membrana (microfiltración, ultrafiltración, ósmosis inversa), coagulación y floculación, procesos de oxidación avanzada y técnicas de intercambio iónico. Implica la rehabilitación y modernización de plantas de tratamiento urbano e industrial (biológicas, de membranas, o por ozonificación).
Ventajas:
- Genera agua apta para riego, recarga o procesos industriales.
- Reduce contaminación en cuerpos receptores.
Desventajas: - Costos operativos elevados.
- Necesidad de cultura de reuso y separación de aguas.
Ejemplo Regional: Plantas de tratamiento en León (SAPAL) y Salamanca, con capacidad para reuso industrial en curtidurías y termoeléctricas.
Reuso integral del agua tratada
El reuso integral de agua tratada es una estrategia para reutilizar agua de desecho después de someterla a tratamientos avanzados, permitiendo su uso seguro en diversas aplicaciones como agricultura, industria, riego de áreas verdes y recarga de acuíferos. Este proceso reduce la presión sobre las fuentes de agua potable, protege el medio ambiente al disminuir la descarga de contaminantes, y fomenta un modelo de economía circular al recuperar también nutrientes y energía.
Ventajas:
- Disminuye la presión sobre fuentes naturales.
- Contribuye a la economía circular del agua.
Desventajas: - Requiere infraestructura dual (líneas separadas para agua tratada).
- Necesita regulación y monitoreo sanitario permanente.
Ejemplo regional: Proyecto de reuso en el Parque Industrial Colinas de León y «La línea morada» en Celaya para uso de agua tratada en áreas verdes.
El futuro hídrico de Guanajuato, y una el Bajío en general, requiere un enfoque mixto, que combine:
- Reuso urbano e industrial a gran escala.
- Recarga artificial con aguas pluviales.
- Manejo integral de cuencas y control de descargas.
- Planeación regional bajo principios de economía circular y resiliencia climática.

En una región que crece aceleradamente, el agua ya no puede considerarse un recurso inagotable, sino un patrimonio compartido que exige responsabilidad, innovación y visión de futuro. No existe una sola solución técnica, sino un modelo de gestión integral del recurso hídrico. Es un desafío que no es solo técnico, sino social y político: requiere coordinación entre los tres órdenes de gobierno, agricultores, industrias y ciudadanos bajo un mismo marco de sostenibilidad; un gran esfuerzo que incluya a todos, construyendo políticas públicas de largo aliento, con mirada estadista, más allá de las filias y fobias partidistas y de intereses particulares.





Deja un comentario