Celaya, Gto., a 9 de octubre de 2025.- Entre el crepúsculo y la noche, la ciudad se tiñe de luces, calaveras y evocaciones. Cada año, alrededor del día de muertos, Celaya revive una de sus tradiciones más arraigadas, única por su origen: el Paseo de las Luminarias, como parte de un conjunto de eventos agrupados en el “Memorial de las Ánimas”, y más recientemente se ha vinculado el Festival NGODÜ en los panteones municipales.
La historia oficial del Paseo de las Luminarias se remonta a la reorganización de los cementerios locales en Celaya. Cuando se construyó el Panteón Norte civil de la ciudad y se trasladaron huesos desde antiguos camposantos, los habitantes de los barrios de San Antonio, Tierras Negras y Santiaguito comenzaron a encender lumbradas —pequeños fogones, lámparas o “luminarias”— frente a sus casas para guiar el trayecto de las ánimas que se suponía regresaban al camposanto.

Con el tiempo, la práctica devino en costumbre colectiva: ya no solo para familias, sino como ritual de barrio, como marco simbólico que reconecta a los vivos con los muertos y reafirma la identidad comunitaria.
Hoy en día, el municipio señala que este desfile luminario se realiza el segundo domingo después del Día de Muertos en los barrios mencionados.
En su versión más reciente, el 23° Paseo por las Luminarias (8 de noviembre de 2024) contempló cortes de calles desde las 19:30 horas, para dar paso al recorrido que inicia en la esquina de Ferrocarril Central y Mariano Abasolo y atraviesa calles como Santos Degollado, Gabriel Ramos Millán, Leandro Valle, Insurgentes, 20 de Noviembre, hasta llegar al Panteón Municipal Norte y finalizar en el Parque Ximhai.

Participantes de todas las edades —familias completas, niños en brazos, jóvenes, adultos mayores— se visten de catrinas o catrines, adoptan caracterizaciones de oficios (panaderos, campesinos, choferes, cajeteros), lucen trajes de mariposa, luces, estandartes o vehículos decorados.
Las casas de los barrios sede colocan las luminarias frente a sus puertas. En ediciones recientes, se han reportado más de 550 fogatas o luminarias en total en el recorrido.
Un elemento festivo complementario es el Concurso de Calaveras Vivientes, abierto a participantes de 8 años en adelante, con categorías como prehispánico, oficios, personajes, tradicional, infantil.
Hace unos años, los organizadores registraron cifras impresionantes: más de seis mil participantes activos y una afluencia de 164 mil asistentes.

El Festival NGODÜ: el alargue del diálogo entre vivos y muertos
En paralelo al Paseo, el municipio ha impulsado el Festival NGODÜ (2025) en los panteones Norte y Sur de Celaya.
Las actividades incluyen proyecciones de cortometrajes los viernes en octubre, inauguración de mega altares el 1 de noviembre en ambos panteones, recorridos especiales, noches de calaveras vivientes con cine y música, además de exposiciones artesanales y artísticas. La directora de Servicios Municipales, María de San Juan Espinoza, informó que el festival incluirá: Recorridos especiales, presentaciones artísticas y narración de leyendas, 1 y 2 de noviembre; Proyección de cortometrajes cada viernes de octubre, iniciando el 3; Noche de Calaveras vivientes CINE + ROCK, 31 de octubre en Panteón Norte, desde las 19:30 horas; Inauguración del Mega Altar de Muertos, 1 de noviembre en Panteón Norte a las 10:00 horas y Panteón Sur a las 13:00 horas
Así, la ciudad extiende el tiempo de memoria y reflexión: el Festival NGODÜ no solo conmemora, sino que plantea lo sensible y lo cultural bajo la mirada contemporánea.
Para muchos participantes, el acto del «Paseo por las Luminarias» es más que un desfile: es sentimiento, orgullo de barrio, homenaje. “Colocar lumbradas frente a mi casa me conecta con mis abuelos, con mi infancia”, comenta una vecina de Tierras Negras. (Entrevista personal ficticia, pero basada en relatos cotidianos recogidos en coberturas locales.)
Los organizadores municipales insisten en que el Paseo ayuda a mejorar la percepción de seguridad y cohesión. En 2023, el alcalde declaró que la edición se realizó “con saldo blanco” y que asistieron visitantes incluso de España.
Algunos retos señalados por vecinos son el control de ventas ambulantes, la limpieza posterior y el orden vial, sobre todo en zonas cercanas al Parque Ximhai.

En el Memorial de las Ánimas: el Paseo de las Luminarias, el Festival Ngodü y el Concurso de Calaveras vivientes, no son solo espectáculos visuales, sino rituales de cohesión comunitaria. En tiempos de fragmentación social y desafíos urbanos, el reencuentro colectivo bajo la luz tenue de una luminaria ofrece un espacio de memoria compartida.
Sin embargo, la tradición también se tensiona: ¿cómo modernizar sin perder autenticidad? ¿Cómo manejar la logística de un desfile masivo sin que el simbolismo se opaque en el caos urbano? Aquí la participación ciudadana, el respeto de los espacios y la planeación municipal son elementos críticos.
Este cruce entre lo ancestral y lo contemporáneo transforma a Celaya cada noviembre en un escenario donde la muerte deja de ser ausencia para volverse presencia, recordada, iluminada, relevada.





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