Celaya, Gto., a 7 de octubre de 2025.- En el marco solemne de la Feria Internacional del Libro de Celaya 2025, celebrada del 1 al 5 de octubre, se develó la esperada Antología de los Premios Literarios Celaya 2025, una edición que reúne los trabajos ganadores del certamen literario local y que, según los organizadores, busca fortalecer la voz de los creadores emergentes en la región y proyectarla más allá de sus fronteras

La presentación oficial tuvo lugar durante uno de los días centrales de la feria, en un espacio acondicionado para lecturas y encuentros literarios. Estuvieron presentes autoridades del Instituto de Arte y Cultura de Celaya, miembros del comité organizador y, por supuesto, los autores seleccionados.

Se recordó que esta es la primera edición internacional de la feria en Celaya: un “hito cultural”, como la definió el municipio, que pretendía dar realce a la escena literaria local y regional.

La antología reúne narraciones, poemas, microrrelatos y textos que hablan de identidad, memoria, raíces y territorios íntimos. En redes sociales se señaló que la selección “explora la identidad y la memoria” como eje articulador.

La institución municipal compartió que el acto de presentación fue encabezado por Salvador Pérez Melecio —probablemente como moderador o presentador invitado— en una sesión programada a las 14:30 horas.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando los creadores incluidos en la antología tomaron la palabra para comentar su experiencia, su obra, y lo que representa para ellos estar ahí:

Berenice Monsiváis“Líneas de tierra” (poesía), Monsiváis explora la relación íntima entre el paisaje rural y la memoria familiar. Con imágenes como “la tierra mea sus secretos / en grietas polvorientas”, logra un tono meditativo, donde el yo poético se siente arraigado y vulnerable al mismo tiempo. Durante la presentación, Berenice confesó que escribir ese poema fue “un ejercicio de regresar a los patios de mi infancia”, y que el reconocimiento le reafirma el deseo de seguir escribiendo con mirada local, pero con un pulso universa.

María Salazar“Crónica al viento” (crónica), es un relato en primera persona que recorre calles y personajes de Celaya: vendedores ambulantes, plazas, luces crepusculares. Con estilo fluido, Salazar capta voces olvidadas: “el humo del pan recién horneado perfuma el alba / y el alma del barrio respira en las esquinas”. María comentó que la crónica nació de caminatas nocturnas por la ciudad, con libreta en mano. Agregó que este reconocimiento le anima a mantener una bitácora de relatos locales con la esperanza de que otros “vean lo que yo veo cada día”.

Aleph Sánchez“Cuentos de cantera” (cuento). Aleph ofrece tres microrrelatos que giran alrededor de la herencia minera de la región. Historias breves como “El cantero” o “Piedra que sangra” pivotan sobre mitos y sufrimientos ancestrales. Su prosa es severa, casi lapidaria, pero con breves destellos de lirismo. Aleph compartió que estos relatos nacieron de entrevistas orales y de la experiencia de caminar por antiguas vetas locales. Expresó gratitud por el espacio que la antología les brinda como escritores emergentes: “es una ventana para que estos cuentos puedan viajar”, señal

Las intervenciones se movieron entre anteriores experiencias de concursos literarios, los retos de publicar, la importancia del respaldo institucional y la necesidad de mantener procesos transparentes y abiertos.

Durante la sesión del diálogo con los asistentes, los autores se mostraron unidos en el deseo de que la antología no quede como un proyecto simbólico, sino que tenga distribución real, lecturas públicas y una vida más allá de la feria.

Un asistente comentó: “No basta con publicar; que la gente lea, revise y dialogue con estos textos”. En respuesta, los autores coincidieron en la necesidad de que las instituciones culturales apoyen con ediciones digitales, talleres locales y alianzas con librerías.

Desde la organización, se planteó que esta antología era el primer paso para una colección permanente que cada año recoja lo mejor de la creatividad local. Si ese objetivo se cumple, Voces de la ciudad podría convertirse en un referente literario regional.Aunque no se cita explícitamente, es habitual en estos foros que algunos participantes mencionen la urgencia de visibilidad, recursos, y redes de apoyo para que estos trabajos “no queden en un estante municipal”. Se percibió ese tono reivindicativo: se celebra el acto, pero no sin reconocimiento de los obstáculos estructurales del ámbito literario.

Desde la organización, la edición de la antología no solo es un gesto simbólico, sino una apuesta de mediano y largo plazo. En declaraciones previas, el municipio había señalado que esta feria contaba con 29 representantes literarios nacionales y extranjeros, lo que sugiere que el alcance del proyecto podría trascender lo local.

Para esta primera edición de los Premios Literarios Celaya, la antología representa un primer paso formal en la construcción de un canon local reconocible. Queda la expectativa de si, en futuras ediciones, se podrá lograr distribución más amplia (nacional, digital, ventas) y vinculación con editoriales o festivales literarios más grandes.

Desde el público presente—alumnos, lectores, familiares—las reacciones fueron de orgullo y sorpresa. Muchos comentaron la gran calidad de los textos, la diversidad de registros y la apuesta de Celaya por erigirse como un nodo de creación literaria.

La presentación de la Antología de los Premios Literarios Celaya 2025 se coloca como un momento emblemático en una feria que quiere proyectarse con identidad. No es solo la edición impresa de varios textos; es una declaración de intenciones: creer en los autores locales, tejer comunidad, y ofrecer plataforma.

Para los ganadores, es un logro tangible, pero también un punto de partida: la antología será el puente hacia lectores nuevos, críticas y nuevos proyectos literarios. Si Celaya mantiene este impulso, este acto podría ser recordado como el germen de una escena literaria regional que está despertando con fuerza.

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