Pekín, China, 23 de agosto de 2025.- Con carreras, boxeo, fútbol y hasta duelos de artes marciales entre máquinas bípedas, China estrenó en agosto el World Humanoid Robot Games 2025, la primera cita multideportiva dedicada íntegramente a robots con forma humana. El certamen —apodado ya como las “olimpiadas de los robots”— se celebró en la capital china a mediados de mes, pocos días después de la World Robot Conference, y reunió a centenares de equipos y más de 500 humanoides de al menos 16 países, según recuentos de organizadores y prensa internacional.

El programa incluyó pruebas de atletismo, fútbol, boxeo, gimnasia, danza y “skills” industriales y médicos, concebidas tanto para medir capacidades (equilibrio, visión por computadora, planificación de movimiento) como para mostrar al público los avances y las limitaciones reales de esta tecnología. Las imágenes de robots que corren, caen y se levantan se viralizaron por su mezcla de comicidad y proeza técnica, en jornadas que funcionaron como laboratorio a cielo abierto para ajustar algoritmos y hardware.

Más allá del espectáculo, la cita tuvo un claro trasfondo estratégico: Pekín buscó exhibir liderazgo en un área que considera prioritaria para su economía del futuro, en un contexto de competencia tecnológica con Estados Unidos y envejecimiento poblacional. Expertos y medios especializados destacaron que el rendimiento todavía es irregular —los tropiezos fueron frecuentes—, pero también que el progreso iterativo es acelerado y tangible con cada iteración de sensores, baterías y actuadores.

En el terreno deportivo, China refrendó su momento dulce: tras conquistar en julio el título de la Humanoid League (AdultSize) de RoboCup en Brasil, el equipo Hephaestus de la Universidad de Tsinghua se llevó también el 5v5 de fútbol humanoide en Pekín, una de las pruebas más vistosas del programa.

El calendario encadenó dos hitos: primero la World Robot Conference 2025 (8–12 de agosto), escaparate global de investigación y negocios; después, del 15 al 17 de agosto, la ceremonia inaugural y las finales del World Humanoid Robot Games. La apuesta de China por institucionalizar estos juegos —con vocación de repetirse anualmente— sugiere que en los próximos años veremos más países y empresas compitiendo por récords que hoy parecen modestos, pero que marcan el paso de gigantes en locomoción, manipulación y autonomía.

Claves que dejó el Mundial de Humanoides 2025: Demostración pública de estado del arte: de la teoría al estadio, con métricas y fallas a la vista de todos; Deporte como banco de pruebas: las disciplinas obligan a resolver simultáneamente visión, control, equilibrio energético y cooperación multiagente; Ecosistema en ebullición: universidades (Tsinghua, CAU) y firmas como Unitree aprovecharon la cita para validar prototipos y captar talento e inversión; Narrativa-país: el mensaje de Pekín es que los humanoides saldrán de las ferias hacia fábricas, hospitales y logística en el corto/mediano plazo.

Mientras el mundo debate usos, ética y regulación, el estreno en Pekín marcó un punto de no retorno: el deporte se convirtió en vitrina de una competencia tecnológica donde cada segundo rebajado y cada caída evitada acerca a los robots humanoides a tareas útiles fuera del laboratorio. El medallero, por ahora, es simbólico; la carrera por la próxima generación de trabajo automatizado, en cambio, ya está en marcha.

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