CDMX, a 7 de agosto de 2025.- En medio de un complejo panorama económico y migratorio, México enfrenta una notable disminución en el envío de remesas desde Estados Unidos, justo cuando se intensifican las redadas contra migrantes indocumentados. Según cifras recientes del Banco de México, durante el segundo trimestre de 2025 se registró una caída del 4.2% en las remesas respecto al mismo periodo del año anterior, lo que impacta directamente a millones de familias mexicanas que dependen de ese ingreso para subsistir.

El descenso coincide con una política migratoria más estricta del gobierno estadounidense, que ha redoblado operativos en ciudades clave como Los Ángeles, Houston y Chicago. Estas acciones han derivado en miles de detenciones, deportaciones exprés y un creciente clima de temor entre las comunidades latinas. Organizaciones de derechos humanos han denunciado violaciones al debido proceso y separación de familias en estos operativos.

Expertos en migración señalan que esta situación ha generado un efecto dominó: muchos migrantes están dejando de enviar dinero para priorizar su seguridad, pagar abogados o evitar llamar la atención de las autoridades. La incertidumbre económica y migratoria pone en jaque la estabilidad de regiones mexicanas altamente dependientes de las remesas, como Michoacán, Guanajuato y Zacatecas.

El llamado «sueño americano», que durante décadas fue símbolo de prosperidad para miles de mexicanos, parece desdibujarse en medio de estas políticas de contención y exclusión. Las historias de éxito son ahora acompañadas por relatos de miedo, precariedad y desarraigo, lo que ha llevado a algunos a reconsiderar su permanencia en Estados Unidos.

Ante este panorama, especialistas piden una respuesta integral por parte del gobierno mexicano que incluya apoyo a familias receptoras de remesas, mecanismos de protección a migrantes y acciones diplomáticas más firmes para garantizar sus derechos en el país vecino. Mientras tanto, el sueño americano se vuelve, para muchos, una pesadilla sin final claro.