Celaya, Gto., a 3 de julio de 2025.- El mundo del fútbol mexicano y en especial del futbol celayense amanece hoy con el luto por el fallecimiento de Juan Manuel Álvarez Álvarez, de 78 años, quien destacó tanto como jugador como entrenador, y cuyo legado quedó unido al inolvidable proyecto de los Toros del Atlético Celaya en los años noventa.

Nacido en Ciudad de México el 12 de abril de 1948, Álvarez inició su carrera como defensa central en equipos como Atlético Español y Tecos, además de formar parte de la selección olímpica en Múnich 1972 y de la selección mayor.

Tras colgar los botines, en 1988 dirigió por primera vez en Primera División con Correcaminos. Sin embargo, fue su paso por el equipo de los Toros del Atlético Celaya lo que lo llevó a la inmortalidad: campeón de Primera «A» en 1994‑95, logró el ascenso y, al siguiente torneo, condujo al equipo a una histórica final contra Necaxa en la campaña 1995‑96.

El Celaya de Álvarez, con fichajes estelares como Emilio Butragueño, Hugo Sánchez y Michel, se ganó el apelativo de “campeón sin corona” tras perder la final por el criterio de gol visitante, tras un empate a 1 en el Estadio Miguel Alemán y mantener la pizarra en blanco en ese partido final inolvidable con el Azteca pletórico de celayenses, entregados al corazón que cada jugador puso durante el emocionante partido. Fue una hazaña que marcó un antes y un después para el club celayense y para todo el futbol.

Además de Celaya, Álvarez dirigió a Toluca y Veracruz, y fungió como auxiliar en equipos como Jaguares, Pachuca, Tigres y Necaxa. En 2010–2011, extendió su experiencia al fútbol centroamericano al tomar las riendas del Saprissa de Costa Rica. También fue vicepresidente deportivo de Jaguares entre 2009 y 2010.

Su deceso fue confirmado ayer, 2 de julio de 2025, por el periodista Heriberto «Beto» Murrieta y diferentes medios deportivos. Aunque no se han revelado las causas, su partida ha sido lamentada por figuras del fútbol mexicano.

En Celaya, su legado continúa vivo: fue el estratega que mostró que, con visión y valentía, un club modesto podía alcanzar la cima del fútbol nacional. El «Campeón sin corona» deja una huella imborrable en el corazón de la afición, y su figura seguirá presente en los relatos más emblemáticos del deporte celayense.

Juan Manuel Álvarez más que un entrenador fue un visionario que llevó al Celaya al estrellato, un formador que supo ganar respeto en el futbol mexicano y un referente de entrega en el terreno de juego. Su historia como jugador olímpico y como comandante en el banquillo, particularmente con los Toros del Celaya, permanecerá como una leyenda imperecedera.

Periodistas como Heriberto Murrieta destacaron su capacidad para trascender como jugador y entrenador. Diversos medios (Esto, Récord, Noroeste, Mediotiempo, Fox Sports y otros) recordaron especialmente su rol fundamental en la final de 1995‑96.

Descanse en paz, “Capi”. Tu legado sigue vivo en cada rincón del fútbol mexicano.

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