Ciudad de México, 16 de junio de 2025 – Con el inicio de la 51ª Cumbre del G7 en Kananaskis, Alberta (16‑17 de junio de 2025), se ha confirmado que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el expresidente estadounidense Donald Trump sostendrán un encuentro bilateral. Será la primera vez que ambos mandatarios se vean cara a cara, en un escenario neutral propiciado por la convocatoria de Canadá.

La cumbre del G7 se realiza en un momento de elevada tensión: los conflictos Ucrania-Rusia, Irán-Palestina e Irán-Israel; conflicos con sus socios del T-MEC: México y Canadá, motivada por los aranceles impuestos por EE.UU. de manera unilateral desde febrero de 2025. Además, para México y USA los temas críticos como la migración, las remesas, y la seguridad fronteriza y narcotráfico.
Un portavoz de la Casa Blanca confirmó que Trump se reunirá con Sheinbaum —además de líderes como Mark Carney y Volodymyr Zelensky— al margen de la reunión del G7. Por su parte, medios mexicanos reportan que Sheinbaum viajó vía Vancouver rumbo a Calgary, con encuentros agendados para el martes 17 de junio, incluyendo sesiones con Trump y Carney.

Temas sobre la mesa
- Migración y remesas: Sheinbaum planea enfatizar la aportación económica y social de los migrantes mexicanos en EE.UU., en contraste con las recientes redadas y presiones migratorias bajo el gobierno de Trump.
- Comercio y aranceles: El trío Trump‑Carney‑Sheinbaum podría discutir una posible reducción de aranceles al cobre, acero y vehículos, apoyándose en negociaciones trilaterales apoyadas por Canadá.
- Seguridad fronteriza y crimen organizado: Ambos mandatarios comparten inquietudes respecto al narcotráfico, con la agenda de Trump centrada en el control de fentanilo en la frontera.
Al volver a temas delicados en un marco neutral —Canadá como país anfitrión— se reduce la presión política directa, permitiendo avanzar en diplomacia pragmática. La presidenta de México C. Sheinbaum ha adoptado una postura moderada, buscando reencauzar temas comerciales y migratorios en un formato trilateral que podría amortiguar tensiones.
Si bien Trump llega disminuído por los acontecimientos de la semana pasada: los disturbios y marchas por «redadas» contra migrantes, el frío recibimiento del desfile militar, el movimiento «No King» y el crimen político de la legisladora Melissa Hortman, el presidente D. Trump es un factor impredecible; su estilo en cumbres anteriores ha generado rupturas espectaculares, por ejemplo en la de 2018. Además, sin un comunicado conjunto —Canadá optó por un resumen de la presidencia en lugar de un consenso formal— cualquier presuntuoso desacuerdo podría destacar públicamente.

Posibles resultados
- Avances concretos: Acuerdos sobre remesas, flexibilización arancelaria y protocolos en migración.
- Reencuentro diplomático: Una reunión sin incidentes publicitarios reforzaría la imagen de Sheinbaum como negociadora prudente.
- Estancamiento: Si Trump mantiene la imposición de aranceles y endurece su retórica antimigratoria, el encuentro podría cerrarse sin decisiones sustanciales.
El encuentro Sheinbaum–Trump en Vancouver representa una doble oportunidad: la definición de una agenda bilateral donde México reitera la defensa de sus ciudadanos; y la conformación de una dinámica trilateral —Canadá‑México‑EE.UU.— en un entorno menos volátil. Sin embargo, el éxito dependerá de la vocación diplomática de los líderes y de que Trudeau, Carney y Sheinbaum logren proteger este espacio estratégico de las proclamas disruptivas de Trump.





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