Celaya, Gto., a 15 de abril de 2025.- El Papa Francisco ha dado un paso significativo en el proceso de canonización de uno de los arquitectos más emblemáticos de la historia moderna: Antonio Gaudí. El pontífice ha declarado oficialmente a Gaudí como «venerable», reconociendo sus virtudes heroicas y acercándolo un paso más a los altares de la Iglesia católica. Esta decisión reaviva el interés mundial por la figura del arquitecto catalán, cuya vida y obra estuvieron marcadas por una profunda espiritualidad y una visión artística sin igual.

El genio detrás de la Sagrada Familia

Antonio Gaudí (1852–1926), nacido en Reus, Tarragona, es conocido principalmente por su obra maestra inacabada, la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona. Su estilo único —una fusión de modernismo catalán, formas orgánicas, geometría avanzada y simbolismo cristiano— ha convertido sus edificios en íconos universales. La Sagrada Familia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, atrae a millones de visitantes cada año y sigue en construcción, financiada únicamente por donaciones y entradas.

Pero el genio de Gaudí va más allá de esta obra monumental. Su huella se encuentra en todo Barcelona: el Parque Güell, la Casa Batlló, la Casa Milà (La Pedrera) y el Palacio Episcopal de Astorga son ejemplos de su capacidad para combinar naturaleza, fe y arquitectura de una forma que aún hoy parece futurista.

Una vida de fe y servicio

Lo que quizás muchos no conocen es que, más allá de su talento artístico, Gaudí fue un hombre profundamente religioso. En sus últimos años, adoptó un estilo de vida austero, dedicando sus días a la oración y al trabajo en la Sagrada Familia, a la que consideraba una ofrenda a Dios. Caminaba diariamente hasta la obra, vivía con humildad y evitaba la atención pública. “Mi cliente no tiene prisa”, decía en referencia a Dios, cuando se le preguntaba por los plazos de la basílica.

Su muerte fue tan modesta como su vida. El 7 de junio de 1926, Gaudí fue atropellado por un tranvía y, debido a su apariencia descuidada, fue confundido con un mendigo. Murió tres días después en un hospital para pobres. Fue enterrado en la cripta de la Sagrada Familia, donde hoy miles de fieles y admiradores visitan su tumba.

La causa de canonización

El proceso de beatificación de Gaudí comenzó en 2003 en Barcelona. Desde entonces, investigadores han recogido testimonios y documentación sobre su vida, su fe y posibles milagros atribuidos a su intercesión. Con la declaración de “venerable” por parte del Papa Francisco, la Iglesia reconoce oficialmente que Gaudí vivió las virtudes cristianas de forma heroica. El siguiente paso en el proceso sería la beatificación, que requiere la comprobación de un milagro.

Gaudí, símbolo de diálogo entre arte y fe

El reconocimiento del Vaticano llega en un momento en que la figura de Gaudí vuelve a resaltar como ejemplo de cómo la fe puede inspirar la creatividad y el compromiso social. Para muchos, su arquitectura no solo embellece ciudades, sino que eleva el espíritu. En palabras del propio Papa Francisco, “Gaudí nos enseña que la belleza es un camino hacia Dios”.

Hoy, mientras las grúas siguen perfilando las torres celestiales de la Sagrada Familia, la figura de su arquitecto resplandece más que nunca. Antonio Gaudí no solo construyó templos de piedra, sino también un legado espiritual que sigue inspirando a creyentes y no creyentes por igual. Su venerabilidad es, en cierto modo, el reconocimiento de que, en su arte, también vivió la santidad.

Deja un comentario

Tendencias