Guanajuato, Gto., a 4 de abril de 2024.- Cada año, el Viernes de Dolores marca el inicio de la Semana Santa con una celebración profundamente arraigada en la identidad cultural y religiosa de la Ciudad de Guanajuato, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esta festividad, dedicada a la Virgen de los Dolores, convoca a miles de fieles y turistas que recorren las calles del centro histórico para admirar los altares que familias, instituciones y comercios montan con esmero en honor a la Virgen María en su dolor por la pasión de Cristo.

Altares llenos de simbolismo y devoción
Los altares del Viernes de Dolores son una manifestación de la creatividad y fe de los guanajuatenses. Tradicionalmente, se adornan con elementos como naranjas, banderas de papel morado y blanco, agua de sabores, manzanilla y espejos, cada uno con un significado especial. Por ejemplo, el agua simboliza las lágrimas de la Virgen, mientras que las naranjas decoradas con banderas representan el sufrimiento de María.
Las familias abren las puertas de sus casas para que los visitantes puedan contemplar sus altares y recibir el tradicional “agua de obispo”, una refrescante bebida preparada con betabel, lechuga, naranja y plátano, cuya receta se ha transmitido de generación en generación.

El papel de la comunidad y la preservación de la tradición
El Viernes de Dolores no solo es una celebración religiosa, sino también una oportunidad para fortalecer la identidad comunitaria. En calles como la Avenida Juárez, el Callejón del Beso y la Plaza de la Paz, se pueden encontrar altares instalados por comerciantes y universidades que mantienen viva la tradición. En barrios tradicionales como El Tecolote, La Presa, El Baratillo o Pastorela, esta celebración cobra vida con particular fuerza. Muchas familias preparan sus altares con semanas de anticipación, no solo por devoción, sino también como una manera de preservar su identidad comunitaria. Es común ver a los niños ayudando a sus padres y abuelos, aprendiendo así una tradición que ha pasado de generación en generación. Además, las autoridades municipales y organizaciones culturales fomentan esta costumbre mediante concursos de altares y actividades artísticas y musicales.
Tradición adicional es la costumbre de regalar flores en recuerdo al sufrimiento de la Virgen de los Dolores, por lo que se le conoce también como el «Día de las Flores.

Un atractivo turístico y cultural
Gracias a su riqueza simbólica y visual, el Viernes de Dolores atrae a un gran número de visitantes nacionales e internacionales. La celebración se ha convertido en un punto de interés turístico que permite a los asistentes conocer más sobre la historia y las costumbres de Guanajuato.

Con el paso del tiempo, esta tradición sigue vigente, demostrando que la fe y el sentido de comunidad son pilares fundamentales en la vida de los guanajuatenses. La conmemoración del Viernes de Dolores no solo honra a la Virgen María, sino que también refuerza la conexión entre la historia, la cultura y la espiritualidad de la ciudad.





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