Celaya, Gto., a 3 de abril de 2025 – El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó ayer, 2 de abril, un nuevo decreto de aranceles recíprocos, una medida que busca imponer impuestos a productos importados de países que aplican tarifas a bienes estadounidenses con la implementación de un arancel base del 10% a las importaciones provenientes de diversos países, con tarifas adicionales para naciones consideradas «infractores». Sin embargo, México y Canadá quedaron exentos de estas nuevas medidas arancelarias gracias a las disposiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, lo que marca un gesto de continuidad en la estrecha relación comercial entre los tres países de Norteamérica.

Un golpe a la guerra comercial

La decisión de Trump ha sido interpretada como un intento por nivelar el campo de juego en el comercio internacional. “No vamos a permitir que otras naciones se aprovechen de nosotros. Si un país nos impone aranceles, nosotros haremos lo mismo”, declaró Trump en un evento en la Casa Blanca.

El anuncio ha generado reacciones mixtas. Mientras que los sectores industriales que enfrentaban competencia extranjera aplaudieron la medida, los defensores del libre comercio han advertido sobre el riesgo de represalias por parte de los países afectados.

México y Canadá, fuera del alcance

La exclusión de México y Canadá se debe en gran parte a los compromisos adquiridos bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el acuerdo que reemplazó al antiguo TLCAN. Este tratado ha fortalecido la relación entre los tres países, y una medida proteccionista podría haber generado conflictos diplomáticos. Según una hoja informativa de la Casa Blanca, los productos que cumplen con las reglas de origen del T-MEC continuarán sujetos a un arancel del 0%. No obstante, aquellos productos que no cumplen con dichas reglas estarán sujetos a un arancel del 25%. Esta medida busca incentivar el cumplimiento de las normativas establecidas en el tratado y fortalecer la integración económica de la región. ​

A pesar de la exención general, México enfrenta desafíos significativos. Más del 50% de sus exportaciones que no se ajustan a las disposiciones del T-MEC estarán sujetas a tarifas del 25%. Además, productos como el acero y el aluminio seguirán enfrentando aranceles adicionales, y se anticipa la imposición de tarifas a ciertos automóviles fabricados fuera de Estados Unidos. el tratado y fortalecer la integración económica de la región. ​

Analistas destacan que la decisión también responde a la importancia estratégica de ambos países en la economía estadounidense. México es el principal socio comercial de EE.UU., mientras que Canadá es el mayor proveedor de productos energéticos para el país.

La directora de Análisis de Banco Base ha recomendado que México aumente el porcentaje de exportaciones que cumplen con el T-MEC y su contenido regional para mitigar el impacto de estas medidas. Mientras tanto, el peso mexicano mostró una tendencia al alza frente al dólar tras el anuncio, reflejando una reacción positiva del mercado a la exclusión de México de los nuevos aranceles recíprocos.

Reacciones en el mundo

Los países europeos y asiáticos han expresado preocupación ante la política de aranceles recíprocos. La Unión Europea anunció que estudiará posibles represalias si sus exportaciones se ven afectadas. Por otro lado, China, que ha sido uno de los principales blancos de la guerra comercial de Trump, calificó la medida como una “política hostil que afecta la estabilidad económica global”.

Empresas multinacionales también han manifestado inquietud, ya que la medida podría encarecer insumos y afectar sus cadenas de suministro.

Impacto en la economía estadounidense

Los expertos en comercio internacional advierten que la política de Trump podría provocar alzas en los precios para los consumidores estadounidenses si los países afectados deciden aplicar medidas similares. Sin embargo, los sectores beneficiados, como la industria del acero y el aluminio, han celebrado la decisión como una victoria para la producción nacional.

La nueva política de aranceles recíprocos refuerza la estrategia de Trump de endurecer su postura frente al comercio internacional. Sin embargo, al eximir a México y Canadá, el Presidente Trump busca mantener la estabilidad en el mercado norteamericano y evitar fricciones con sus socios más cercanos. La medida abre un nuevo capítulo en las relaciones comerciales de EE.UU. con el mundo y deja abierta la posibilidad de futuras disputas económicas a nivel global.

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