Acámbaro, Gto., a 24 de marzo de 2025.- En el sureste del estado de Guanajuato, la ciudad de Acámbaro resguarda una joya culinaria que ha conquistado los paladares de propios y extraños: las Acambaritas, el tradicional pan de Acámbaro. Con su característico aroma, textura suave y un sabor inigualable, este pan ha trascendido generaciones y fronteras, convirtiéndose en un emblema de la región.
Un pan con historia
La historia de las Acambaritas se remonta a la época colonial, cuando los españoles introdujeron el trigo en México. Con el paso del tiempo, los panaderos locales desarrollaron una técnica especial para hornear, dando origen a un pan esponjoso y de corteza dorada. Fue en el siglo XX cuando este producto adquirió fama nacional, gracias a su particular forma y sabor que lo distingue de otros panes artesanales.
Elaboración artesanal
Las Acambaritas se elaboran con ingredientes sencillos pero de alta calidad: harina de trigo, azúcar, levadura, mantequilla y leche. Sin embargo, el secreto de su sabor radica en la técnica de amasado y el horneado en hornos de piedra, lo que les da una textura aireada y un dorado perfecto. Los panaderos acambarenses han perfeccionado esta receta a lo largo de los años, manteniendo viva la tradición familiar.
Un símbolo de identidad
Para los habitantes de Acámbaro, este pan no es solo un alimento, sino un símbolo de identidad y orgullo. Es común ver a los turistas llevarse bolsas repletas de Acambaritas como recuerdo de su visita a la ciudad. Además, cada año se celebra la Feria del Pan, un evento en el que los panaderos exhiben sus mejores creaciones y se rinde homenaje a esta delicia gastronómica.
Reconocimiento y tradición
Las Acambaritas han sido reconocidas como parte del Patrimonio Cultural de Guanajuato, y su fama ha llegado incluso a otros países, donde los migrantes mexicanos han llevado esta tradición culinaria. Actualmente, es posible encontrar este pan en diversas partes de México, aunque los conocedores aseguran que ningún lugar iguala el sabor del pan elaborado en su tierra natal.
En un mundo donde la comida rápida y los productos industrializados ganan terreno, las Acambaritas se mantienen firmes como un legado de la tradición panadera de México. Cada mordida es un viaje al pasado, un homenaje al trabajo artesanal y una muestra de la riqueza gastronómica del país.





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