Ciudad de México, 6 de marzo de 2025.- En un mundo cada vez más globalizado, la preservación de la identidad y el fortalecimiento de la economía local son retos fundamentales para cualquier nación. En este contexto, el programa Hecho en México ha emergido como una estrategia clave para impulsar el consumo de productos nacionales, y más allá de ser distintivo, representa un compromiso con la calidad, el empleo y la identidad a más de fomentar la competitividad de las empresas mexicanas.

Origen y objetivos del programa

El distintivo Hecho en México es una iniciativa promovida por la Secretaría de Economía con el propósito de certificar productos elaborados en territorio nacional. Su origen se remonta a décadas atrás, pero ha cobrado un nuevo impulso en los últimos años debido a la creciente necesidad de fortalecer la industria local y reducir la dependencia de importaciones extranjeras.

El principal objetivo del programa es incentivar el consumo de productos mexicanos, generar empleos y consolidar el prestigio de la manufactura nacional en los mercados internacionales. Asimismo, busca garantizar al consumidor que los productos con este sello cumplen con altos estándares de calidad.

Impacto en la economía y el comercio

La implementación del distintivo Hecho en México ha tenido un impacto significativo en diversas industrias, desde la textil hasta la agroalimentaria, pasando por la automotriz y la tecnológica. Empresas de diferentes tamaños han encontrado en este programa una herramienta de diferenciación y una oportunidad para llegar a más consumidores, tanto dentro como fuera del país.

En términos de comercio exterior, el programa también ha contribuido a mejorar la percepción de la marca México en mercados internacionales, destacando la calidad y el valor agregado de los productos nacionales. Esto ha facilitado la exportación de bienes a mercados exigentes, como Estados Unidos, la Unión Europea y Asia.

Desafíos y perspectivas

A pesar de sus beneficios, el programa enfrenta diversos retos, como la competencia con productos importados de bajo costo y la necesidad de una mayor difusión entre los consumidores mexicanos. Aún persiste la percepción de que los productos extranjeros son de mejor calidad, lo que representa un obstáculo para el crecimiento del consumo local.

Para que Hecho en México continúe consolidándose, es fundamental reforzar las campañas de concienciación sobre la importancia de apoyar la economía nacional y mejorar la fiscalización para evitar el uso indebido del distintivo. Asimismo, se deben impulsar políticas que favorezcan a las pequeñas y medianas empresas, permitiéndoles acceder a certificaciones y financiamiento para mejorar su competitividad.