Guanajuato, 5 de marzo de 2025 – El estado de Guanajuato está evaluando la posibilidad de adquirir deuda pública para financiar la construcción del Acueducto de la Presa Solís, un proyecto clave para garantizar el suministro de agua en una de las regiones más importantes y de rápido crecimiento del país. La Gobernadora Libia García Muñoz Ledo, volvió a dejar abierta la posibilidad de solicitar una nueva deuda para el estado, «Solicitar deuda puede ser también un ejercicio responsable cuando esta deuda va encaminada a infraestructura que beneficia al estado»
El Acueducto de la Presa Solís es un proyecto que busca conectar la presa Solís, ubicada en el municipio de Acámbaro, con las principales ciudades del Bajío, entre ellas León, Guanajuato, Irapuato y Silao, además de abastecer a zonas industriales que requieren un suministro continuo de agua para sostener su crecimiento. El propósito central es asegurar el abastecimiento del vital líquido para una región que enfrenta una creciente demanda debido al aumento de la población y de la actividad industrial, lo que ha puesto presión sobre los recursos hídricos locales.
El reto hídrico del Bajío
El Bajío mexicano ha experimentado en los últimos años un notable crecimiento económico, especialmente en sectores como la manufactura, la industria automotriz, la agroindustria y los servicios. Sin embargo, esta expansión ha traído consigo un aumento en la demanda de agua, un recurso que, en muchas ocasiones, no ha sido suficientemente gestionado para satisfacer las necesidades de todos los usuarios. A pesar de los esfuerzos por aumentar la capacidad de almacenamiento y distribución de agua, las fuentes locales no han sido suficientes para cubrir la demanda creciente, lo que ha generado preocupación en las autoridades locales.
En este contexto, la Presa Solís, un embalse con una capacidad significativa, se presenta como una alternativa viable para resolver el déficit de agua en la región. La construcción del acueducto que conectaría esta presa con las ciudades clave del Bajío se considera una de las soluciones más factibles a corto y mediano plazo.
¿Deuda para financiar el proyecto?
La propuesta de financiamiento a través de deuda pública ha generado diversas opiniones tanto entre expertos como entre la población. Los recursos necesarios para la construcción del Acueducto de la Presa Solís son considerables, y aunque se han explorado diversas opciones de financiamiento, la adquisición de deuda parece ser la opción más viable en este momento.
El gobierno estatal ha señalado que, a pesar de los desafíos fiscales, la deuda sería una inversión estratégica para asegurar el futuro hídrico de la región, lo que podría traer beneficios tanto a nivel social como económico, al repecto manifestó la Gobernadora: «Si hay un proyecto por el que vale la pena generar una solicitud de deuda, sería sin duda el proyecto de agua para Guanajuato».
Al dotar de agua suficiente a la población y a las industrias, se fomentaría el desarrollo económico sostenido en una de las zonas más dinámicas del país. Sin embargo, las autoridades también han enfatizado que el proyecto será cuidadosamente evaluado en cuanto a su viabilidad financiera. El endeudamiento no se tomaría a la ligera y se garantizaría que el pago de la deuda sea manejable a largo plazo, sin comprometer la estabilidad económica del estado.
La respuesta de la sociedad
El anuncio de la posible adquisición de deuda para el proyecto ha generado opiniones divididas. Por un lado, sectores empresariales y cámaras industriales han expresado su apoyo, argumentando que un proyecto de esta magnitud es fundamental para garantizar el abastecimiento de agua y, por ende, la continuidad de sus actividades económicas. La industria del Bajío, especialmente la automotriz y la agroalimentaria, depende de manera crítica de un suministro constante de agua.
Por otro lado, organizaciones civiles y algunos analistas financieros han expresado su preocupación sobre los posibles riesgos asociados con el endeudamiento, especialmente si el proyecto no genera los resultados esperados o si la deuda contraída se convierte en una carga para las futuras administraciones. También se han planteado dudas sobre la transparencia en la asignación de los recursos y el posible impacto ambiental que podría tener la construcción del acueducto.
Los próximos pasos
El gobierno de Guanajuato tiene previsto iniciar una serie de consultas y análisis financieros en los próximos meses para determinar el monto exacto de la deuda necesaria y las condiciones bajo las cuales podría ser adquirida. Además, se llevarán a cabo estudios técnicos y ambientales para evaluar la factibilidad del proyecto y su impacto en las comunidades cercanas. Si el proyecto avanza según lo planeado, la construcción del acueducto podría comenzar en los próximos años, con la expectativa de que el suministro de agua en el Bajío se estabilice en el mediano plazo, impulsando el desarrollo de la región.





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